yEzq. 14:9; 2Tes. 2:11
amEzq. 21:22
axSal. 42:7; Ezq. 7:26
bfIsa. 5:25; Jer. 10:10; Ezq. 38:20
bp2Rey. 25:4
bu2Rey. 9:30; Ezq. 23:40

Jeremiah 4

Capítulo 4

Un llamado al arrepentimiento

1«Si has de volver, oh Israel», declara el Señor,

«Vuélvete a Mí a.

Si quitas de Mi presencia tus abominaciones,

Y no vacilas b,
2Y juras: “Vive el Señor c”,

En verdad, en juicio y en justicia d,

Entonces en Él serán bendecidas las naciones e,

Y en Él se gloriarán f».

3Porque así dice el Señor a los hombres de Judá y de Jerusalén:

«Rompan la tierra no labrada g,

Y no siembren entre espinos h.
4»Circuncídense para el Señor,

Y quiten los prepucios de sus corazones,

Hombres de Judá y habitantes de Jerusalén i,

No sea que Mi furor j salga como fuego

Y arda y no haya quien lo apague k,

A causa de la maldad de sus obras».

5Declaren en Judá y proclamen en Jerusalén, y digan:

«Toquen la trompeta en la tierra l;

Clamen en alta voz, y digan:

“Reúnanse y entremos

En las ciudades fortificadas m”.
6»Levanten bandera n hacia Sión;

Busquen refugio, no se detengan;

Porque traigo del norte la calamidad,

Una gran destrucción o.
7»Ha salido el león de la
Lit. su.
espesura,

Y el destructor de naciones se ha puesto en marcha q;

Ha salido de su lugar

Para convertir tu tierra en desolación r.

Tus ciudades quedarán en ruinas, sin habitantes s.
8»Por eso, vístanse de cilicio,

Laméntense y giman t;

Porque no se ha apartado de nosotros

La ardiente ira del Señor u».
9«Y sucederá en aquel día», declara el Señor

«Que fallará el corazón del rey

Y el corazón de los príncipes v;

Se quedarán atónitos los sacerdotes

Y los profetas se pasmarán w».

10Entonces dije: «¡Ah, Señor Dios
Heb. YHWH, generalmente traducido Señor.
! Ciertamente has engañado y en gran manera a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: “Paz tendrán”, cuando tienen la espada al cuello
O y la espada toca hasta el alma.
,
aa».

11En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: «Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto ab, en dirección a la hija de Mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar, 12un viento demasiado fuerte para esto
Lit. estas cosas.
, vendrá a Mi mandato
Lit. para mí.
. Ahora Yo
Lit. yo también.
pronunciaré juicios contra ellos.
13Miren, él sube como las nubes af,

Y sus carros como un torbellino ag;

Sus caballos son más ligeros que las águilas ah.

¡Ay de nosotros, porque estamos perdidos ai!».

14Lava de maldad tu corazón, Jerusalén,

Para que seas salvada.

¿Hasta cuándo morarán dentro de ti

Pensamientos perversos aj?
15Porque una voz lo anuncia desde Dan ak,

Y proclama el mal desde los montes de Efraín.
16«Avísenlo a las naciones: ¡Aquí están!

Proclamen sobre Jerusalén:

“Sitiadores vienen de tierra lejana al

Y alzan sus voces am contra las ciudades de Judá.
17”Como guardas de campo están apostados contra ella por todos lados an,

Porque se ha rebelado contra Mí ao”, declara el Señor.
18»Tu comportamiento y tus acciones

Te han traído
Lit. hecho.
estas cosas.

Esta es tu maldad aq. ¡Qué amarga ar!

¡Cómo ha penetrado hasta tu corazón!».

19¡Alma mía, alma mía!

Estoy angustiado, ¡oh corazón mío
Lit. las paredes de mi corazón.
!

Mi corazón se agita dentro de mí;

No callaré at,

Porque has oído, alma mía
O yo, mi alma, oí.
,
av,

El sonido de la trompeta,

El pregón de guerra aw.
20Desastre sobre desastre se anuncia ax,

Porque es arrasada toda la tierra ay.

De repente son arrasadas mis tiendas,

En un instante mis cortinas az.
21¿Hasta cuándo he de ver la bandera

Y he de oír el sonido de la trompeta?
22«Porque Mi pueblo es necio,

No me conoce;

Hijos torpes son,

No son inteligentes ba.

Astutos son para hacer el mal,

Pero no saben hacer el bien bb».

23Miré a la tierra, y estaba sin orden y vacía
O era caos y vacuidad.
;

Y a los cielos, y no tenían luz bd.
24Miré a los montes, y temblaban,

Y todas las colinas se estremecían
Lit. se movían ligeramente.
,
bf.
25Miré, y no había hombre alguno,

Y todas las aves del cielo habían huido bg.
26Miré, y la tierra fértil
O el Carmelo.
era un desierto bi,

Y todas sus ciudades estaban arrasadas

Delante del Señor, delante del ardor de Su ira.

27Porque así dice el Señor:

«Una desolación será toda la tierra bj,

Pero no causaré una destrucción total bk.
28»Por eso se enlutará la tierra bl,

Y se oscurecerán los cielos arriba bm,

Porque he hablado, lo he decidido,

Y no me arrepentiré
Lit. no me pesará.
, ni me retractaré de ello bo».
29Al ruido de jinetes y arqueros huye toda la ciudad bp;

Entran en las espesuras y trepan por los peñascos bq.

Toda ciudad está abandonada,

Y no queda en ellas morador alguno br.
30Y tú, desolada, ¿qué harás bs?

Aunque te vistas de escarlata,

Aunque te pongas
Lit. adornes con.
adornos de oro,

Aunque te agrandes los ojos con pintura bu,

En vano te embelleces;

Te desprecian tus amantes,

Solo buscan tu vida bv.
31Porque oí un grito
Lit. una voz.
como de mujer de parto bx,

Angustia como de primeriza;

Era el grito
Lit. una voz.
de la hija de Sión que se ahogaba,

Y extendía sus manos
Lit. palmas.
,
ca, diciendo:

«¡Ay ahora de mí, porque desfallezco
Lit. mi alma desfallece.
ante los asesinos!».
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